Los conflictos, en forma de disputas, peleas, discusiones, mal ambiente...son situaciones propias del ser humano, pues no todos somos iguales y pensamos de manera distinta. El principal problema es que los niños no suelen tener la madurez psicológica y de personalidad necesaria para gestionar estas situaciones de una forma serena y objetiva, en la mayoría de los casos.
Para tratar de dar solución a todos los conflictos que nos surjan en el aula o en el patio, hemos acordado entre todos escribirlos en una hoja destinada a ello e introducirla en la "compicaja", la cual sólo puede ser abierta por la maestra; quien todos los viernes leerá los mensajes de los conflictos sucedidos durante la semana y entre todos dialogaremos y propondremos actuaciones acordes para solucionar todo lo que ha ocurrido.
De esta forma, trabajaremos el diálogo, la comprensión oral, la expresión oral, y valores como la tolerancia, el respeto o la empatía. Además, la resolución de conflictos de forma conjunta puede convertirse en una experiencia productiva, ya que a lo largo de sus vidas, los alumnos/as se enfrentarán a problemas y conflictos en todos los ámbitos: sociales, de pareja o laborales...
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